top of page
  • Audry Bustos

Víctor Luna: un emprendedor poblano en Nueva York



Comunicólogo, emprendedor, bar tender, desarrollador de tecnología y miembro de la comunidad LGBTTIQ+.


Nació en la Ciudad de Puebla, es Licenciado en Comunicación por parte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Antes de emprender su camino a Nueva York, desde los quince años, empezó a dar sus primeros pasos en el área de comunicación. Más adelante se dedicó al desarrollo de campañas publicitarias, marketing, gestión social y radio, hasta que se presentó la oportunidad educativa de trasladarse a Estados Unidos, ya que en 2016 fue seleccionado por TERCAMP para realizar un residencia en Boston, donde pudo tomar el curso Desarrollo de negocios de alto impacto, impartido por Boston University y Harvard University. Ahí aumentó su conocimiento en estrategias de marketing y desarrollo de negocios desde la vista empresarial de una economía como la de Estados Unidos, creando impactos positivos con ideas innovadoras en ciudades de vanguardia como Chicago, Los Ángeles y Nueva York, entre otras. En algún momento de su estancia, decidió ir de fin de semana a esta última metrópolis y se enamoró de la ciudad, así como también de una persona. Víctor comenta que no solo fue el amor lo que lo hizo tomar la decisión de migrar de forma definitiva, sino también las ganas de buscar nuevas oportunidades para crecer profesionalmente. Hace hincapié en su amor profundo por Puebla, pero menciona que si decidió irse fue porque ya no sentía tener algún camino de crecimiento ni oportunidades de crear de las maneras en las que creía firmemente eran las mejores, pero para cuyo desarrollo no encontraba la apertura suficiente en el país.


No todo fue fácil al llegar a esta gran ciudad. Su primer obstáculo, como el de muchos otros migrantes, fue la documentación. A pesar de tener el conocimiento y las ganas, no podía aspirar a los trabajos que anhelaba por un pedazo de papel como él bien describe. Pero a Víctor no se le cerró el mundo y empezó a aprender un nuevo oficio. Así fue como durante el proceso de adaptación y de migración comenzó a desempeñarse como bar tender tanto en establecimientos públicos como en eventos privados. Se especializó tanto que después de un tiempo pudo tener experiencias inolvidables, como estar en fiestas privadas con Rihanna y algunas otras luminarias del medio artístico del país. El segundo obstáculo fue el idioma, a pesar de cuyo conocimiento previo, suele ser normal sentirse intimidado ante los nativos. Paralelo a estos obstáculos, también se vio envuelto en una relación violenta con su ex-pareja, misma que amenazaba con no ayudarle en su proceso migratorio. Recordemos que en la legislación de Nueva York, un inmigrante de la comunidad LGBTTIQ+ puede aspirar a la green card o residencia legal por medio de matrimonio igualitario. Decidió dejar esa relación atrás, no sin antes arreglar su oportunidad de legalidad en el país. Nos cuenta que hace poco ha podido aspirar a un permiso de trabajo y que eso le ha cambiado totalmente la perspectiva de estar en la ciudad, de alguna manera nos comparte su sentimiento de tranquilidad y optimismo que en algún momento se vieron totalmente opacados.


A pesar de ser recientemente legal, nunca dejó de soñar y de crear, junto con un grupo de amigos ingenieros en tecnología y desarrolladores preocupados por la contingencia del Covid-19, con quienes ha formado equipo para crear una plataforma de tecnología llamada AILES, que servirá para ayudar a remontar los negocios afectados en esta pandemia. Se trata de un manual de cómo sobreponerse a la realidad después del Covid para las pequeñas y medianas empresas. Por ahora, esta app solo está disponible para la ciudad de Nueva York, pero ya la proyectan rumbo a otras latitudes.


Otra de las actividades de Víctor es la creación de un pódcast junto con su amiga y paisana de Veracruz, Elisa. En el programa, llamado Soltando la Sopa y disponible en Spotify, los dos mexicanos se dedican a narrar con un tono divertido las historias de dos mexicanos en la ciudad, sus obstáculos, sus maneras de tejer redes entre la comunidad latina, así como dar tips de supervivencia newyorkina.


Para terminar, Víctor nos deja unas palabras muy lindas sobre su caso y seguramente sobre muchos más: para él ser migrante es un caso de resiliencia. Para aquellos que no estén familiarizados con el término, la resiliencia es la capacidad que tiene una persona o un grupo para recuperarse frente a la adversidad y seguir proyectando el futuro. Ya que, como nos dice con mucha emotividad y fuerza, todo lo que ha conseguido ha sido el esfuerzo de luchar en esta ciudad desde el no tener privilegios.

Nunca hay que parar de soñar y de intentarlo. Así parezca que no hay otra opción, siempre la hay.



Por Audry Bustos para PUEBLAYORK

bottom of page